Valores humano y motivación
educativa.
Palabras
claves: valores, motivación, educación.
Autora:
Profa. María Nieves Delgado.
Hablar de valores humanos significa
aceptar al hombre como el supremo valor entre todas las realidades humanas. Educar al hombre en los valores
humanos es educarlo para que se oriente en el valor real de las cosas. Toca a
la persona hacer una valoración de
las cosas y establecer una jerarquía de
importancia. Así comprenderá que hay valores que deben ser sacrificados en aras
de valores más altos: la salud es más importante que el dinero los valores
dignifican y acompañan la existencia de cualquier ser humano. Es evidente que la educación de una persona
dependerá de esta "escala moral" que haya interiorizado y que se
encuentre en congruencia con el propio
proyecto de vida.
La educación
en valores comienza en la familia, donde se aprenden conductas, roles y las
formas de reaccionar ante conflictos. Se ha comprobado la importancia de la
dimensión afectiva en las relaciones familiares. El estilo educativo familiar
basado en el amor junto con la coherencia en la aplicación de las normas, se
traduce en principios que motivan a los jóvenes
orientándolos a las
necesidades de superación personal.
La educación
continúa en la escuela, donde se postula la conducta modélica del educando, el
uso de las normas para ejercitar el autocontrol, la participación en la toma de
decisiones, la promoción de la reflexión, la enseñanza de la empatía, de la
solución y gestión de conflictos, que son algunos de los componentes que
ayudaran a motivar los deseos de superación del individuo. El célebre filosofo Inmanuel Kant señala: “Obra de tal
modo que no consideres a la humanidad (…) solamente como un medio, sino siempre
como un fin en sí mismo.” (1)
En resumen, vivir los valores en la escuela implica
integrarlos a un proyecto educativo que se refiera a saber vivir, entre otras
formas, en democracia, pacíficamente con los demás y en libertad.
____________________________
(1)
Inmanuel Kant, Critica de la Razón Práctica, 1788, Königsberg
Alemania, pág. 114.
No hay comentarios:
Publicar un comentario